viernes, 7 de junio de 2013

Nuestra actitud puede convertir nuestros problemas en bendiciones




Nuestra actitud puede convertir nuestros problemas en
bendiciones
En Awake My Heart [Despierta Corazón], mi amigo J. Sidlow Baxter escribe: «¿Cuál es
la diferencia entre un obstáculo y una oportunidad? Nuestra actitud hacia él. Toda
oportunidad tiene una dificultad y toda dificultad tiene una oportunidad»1
Al enfrentar una situación difícil, una persona con una actitud destacada hace lo mejor
que puede con ella, aunque obtenga lo peor de ella. La vida puede ser semejante a una
piedra de afilar. Si acaba con usted o le pule depende del material con que usted está hecho.
Asistiendo a una conferencia para líderes jóvenes, oí esta afirmación: «Ninguna
sociedad ha desarrollado hombres tenaces en tiempos de paz». La adversidad es
prosperidad para los que poseen una gran actitud. Los volantines o papalotes se elevan
contra, no con el viento. Cuando el viento adverso de la crítica sopla, deje que sea para
usted como el viento es para el volantín, una fuerza contra la que esta se eleva más rápido.
Un volantín no vuela a menos que tenga la tensión controladora de la cuerda que lo ata
abajo. Lo mismo sucede en la vida.
Cuando los compañeros de escuela de Napoleón se burlaron de él por su origen humilde
y su pobreza, este se dedicó por entero a sus libros. Destacándose rápidamente entre ellos,
en los estudios, demandó su respeto. Pronto fue considerado el más brillante de la clase.
Si el germen de la semilla tiene que luchar para abrirse campo entre las piedras y la
dureza del suelo hasta alcanzar la luz del sol y el aire y luego luchar esforzadamente con la
tormenta, la nieve y el frío, su fibra y su madera serán resistentes y fuertes.
Pocas personas conocían a Abraham Lincoln hasta que el terrible peso de la guerra civil
mostró su carácter.
Robinson Crusoe fue escrito en la cárcel. John Bunyan escribió El Progreso del
Peregrino en la cárcel de Bedford. Sir Walter Raleigh escribió The History of the World en
trece años de encarcelamiento. Lutero tradujo la Biblia cuando estaba confinado en el
castillo de Wartburg. Durante diez años, Dante, el autor de La Divina Comedia, trabajó
exiliado y bajo sentencia de muerte. Beethoven estaba casi sordo y agobiado por
preocupaciones cuando creó sus más grandes composiciones.
Cuando Dios quiere educar a un hombre no lo envía a una escuela de gracias, sino de
necesidades. Pasando por el pozo y el calabozo es que Josué llegó al trono de Egipto.
Moisés pastoreaba ovejas en el desierto antes que Dios lo llamara a su servicio. Pedro,
humillado y arrepentido por negar a Cristo, aceptó el llamamiento «apacienta mis ovejas».
Oseas fue amado y cuidado por una mujer infiel que estaba fuera de la obediencia a Dios.
En el lenguaje chino, las palabras completas se escriben con un símbolo. Con
frecuencia, cuando dos símbolos completamente distintos se ponen juntos, tienen un
significado diferente al de sus dos componentes separados. Un ejemplo es el símbolo que
significa «hombre» y el que significa «mujer». Combinados, significan «bueno».
Sucede lo mismo con sueños y problemas. Como las respuestas dependen siempre de
las preguntas, así las oportunidades de la vida dependen directamente de nuestros
problemas. Tomás Edison dijo: «Hay mucho más oportunidades que personas para verlas».
Los grandes líderes surgen cuando ocurren las crisis. En las vidas de las personas que
triunfan vemos repetidamente terribles problemas que les fuerzan a levantarse por encima
del promedio común. No sólo encuentran las respuestas sino que descubren un tremendo
poder dentro de sí mismas. Como el agua subterránea produce olas muy adentro en el
océano, esta fuerza interior explota en una poderosa onda cuando las circunstancias parecen
superarse. Entonces transpone el límite el deportista, el autor, el estadista, el científico o el
hombre de negocios. David Sarnoff dijo: «Hay mucha seguridad en el cementerio; anhelo
las oportunidades».
Sabremos si nuestra actitud está en el carril apropiado cuando seamos como el modesto
hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer. La tienda de
una cadena nacional se había instalado allí y había adquirido todas las propiedades de su
manzana. Este hombre muy particular se rehusó a vender. «Muy bien, entonces
construiremos a su alrededor y lo sacaremos del negocio», le dijeron los competidores.
Llegó el día cuando el pequeño comerciante se encontró encerrado, con una nueva tienda
por departamentos rodeando por ambos lados a su pequeño negocio. Los cartelones de los
competidores anunciaban «¡Gran inauguración!» El comerciante puso un cartel a todo lo
ancho de su tienda que decía: «Entrada principal».
Aplicación de actitud:
Enumere dos problemas que al momento son parte de su vida. Al lado escriba sus
reacciones ante ellos. ¿Son negativas? Su reto: Descubra por lo menos tres posibles
beneficios de cada problema. Ahora, enfréntese con el problema poniendo sus ojos en los
beneficios, no en las dificultades.


Fuente: ACTITUD DE VENCEDOR.  JOHN C. MAXWELL

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